La ortodoncia es el uso de frenillos o “brackets” para enderezar los dientes y corregir la mordida de una persona. Algunos de los casos que típicamente ameritan frenillos son la submordida, sobremordida, mordida cruzada, mordida abierta y la maloclusión.

¿Cómo se usan?
El ortodoncista pega los brackets a tus dientes con una resina llamada “composite”. Un alambre de metal (conocido como arco) les aplica la presión, moviéndolos en la dirección deseada.
Los ajustes se suelen hacer cada 4 semanas aproximadamente y el tratamiento dura entre 12 meses y 2 años y medio, dependiendo del caso. Después de sacarte los frenillos, debes usar una contención para asegurarte de que los dientes no regresen hacia su posición original.

¿Puedo usarlos yo?
Un buen candidato para una ortodoncia es alguien que tiene dientes y encías saludables y una buena higiene oral.
Se recomienda que los niños desde los 7 años en adelante vayan a un ortodoncista para saber si necesitarán brackets. Sin embargo, se deben ya haber cambiado todos los dientes de leche para empezar a utilizarlos.

Mantención de los frenillos
Para protegerlos, ojalá evitar comer alimentos muy duros o chiclosos y nunca morder alimentos como manzanas, choclos o zanahorias. Es importante cepillarse correctamente y usar hilo dental durante un tratamiento de ortodoncia.